Guión y dibujo: John Byrne
Entintadores: Dick Giordano y Terry Austin
Color: Tom Ziuko
Portada: John Byrne y Dick Giordano
Una visita a sus padres adoptivos le supone al Hombre de Acero conocer que su origen está en las estrellas, al tiempo que un antiguo amor reaparece para hacerle recapacitar que conformarse con ser un héroe tal vez no es suficiente para vivir una vida plena.Resumen
Superman se dirige volando a Smallville a pasar unos días de descanso en la granja Kent con sus padres adoptivos, quienes le aguardan en la estación de autobuses del pueblo en donde el Hombre de Acero aterriza usando su supervelocidad adoptando su identidad de Clark Kent y confundiéndose entre el resto de viajeros para que nadie sospeche que tiene una doble identidad.
El reportero saluda efusivamente a sus padres y suben a la camioneta que les llevará hasta la granja, de camino le ponen al día de todas las novedades de Smallville y de su rutina diaria, sin embargo en un determinado momento, Ma Kent silencia a su marido en un tema que por el momento es mejor que su hijo desconozca.
Más tarde y tras una suculenta cena, los tres hablan de la vida de Clark en Metrópolis, Pa kent le pide que le hable de Lois, a quien menciona siempre en todas las cartas que les envía, Clark comenta resignado que la reportera no es precisamente la mayor fan de Clark Kent desde que le "robó" la exclusiva del Hombre de Acero y finalmente admite que le gusta mucho y que ha de hacer algo al respecto ya que ser Superman no lo es todo en su vida.
Ya de madrugada, Clark no consigue dormir, no consigue sacarse de la cabeza el tema que Ma Kent omitió en la camioneta camino de la granja, momentos después Clark baja las escaleras para comer algo de la nevera pero en ese instante una proyección holográfica de Jor-El se materializa ante el reportero hablando un idioma inenteligible.
Jor-El alza el brazo y toca la frente de Clark, lo que hace que se sume en unas visiones de Krypton y sus habitantes hasta que por fin se presenta una mujer ante él que resulta ser Lara y que dice a Clark que es su hijo. Las visiones paran de golpe y Clark recupera la consciencia de sí mismo en las afueras de la granja y en presencia de Lana Lang, que lo ha visto deambular sin sentido.
Los dos amigos se sientan a la entrada de la granja Kent, allí hablan del pasado: Lana rememora que hace diez años un cabizbajo Clark fue a buscarla a su casa, ella pensaba que Clark por fin le pediría matrimonio, sin embargo eso no fue así, pasearon durante largo rato y Clark habló todo el tiempo del bien que un sólo hombre podría llegar a hacer por sus semejantes. Lana no comprendía el por qué de esa conversación, hasta que Clark la tomó en sus brazos y volaron alrededor del mundo para después aterrizar en casa de Lana, momento en el que el joven volvió a despegar y al día siguiente abandonó Smallville para siempre destrozando los sueños de la joven Lang.
Clark la pide disculpas y ella dice que ahora está bien, que durante un tiempo lo odió pero al ver todo el bien que durante ese tiempo ha hecho Superman a la humanidad comprendió la misión de Clark y por eso terminó perdonándolo.
A la mañana siguiente, Clark vestido como Superman deambula por las inmediaciones de la granja meditando acerca de los sucesos de la noche anterior, así como de las palabras de Lana y de su situación personal con Lois, finalmente despega para llegar al campo donde Pa Kent esconde el cohete en el que lo encontraron, pero la sorpresa es mayúscula cuando al levantar el portón que tapa el boquete en el suelo la nave no está... Superman usa sus poderes de visión y detecta que un enorme vehículo ha estado allí hace menos de seis meses.
De pronto, el holograma de Jor-El aparece de nuevo ante Clark, sin embargo esta vez el Hombre de Acero si puede entender lo que dice: "Silencio hijo mío, y aprende" al tiempo que el holograma lanza una descarga a Clark que cae arrodillado al suelo al tiempo que miles de imágenes alienígenas invaden su mente.
Ma y Pa Kent llegan en la camioneta al lugar puesto que han visto a su hijo volar hasta esos campos, al ver la proyección holográfica y a Clark en el suelo piensan que su hijo está siendo atacado y Pa Kent utiliza una pala que lleva en la camioneta para golpear al extraño con lo que el holograma termina por desvanecerse.
Clark se recupera y sus padres adoptivos le preguntan si está bien y qué era aquello que le atacaba, éste les responde que era un holograma de un hombre que decía ser su verdadero padre.
Superman confuso despega para reflexionar y comienza a dar vueltas a la Tierra mientras va procesando toda la información que Jor-El ha depositado en su cabeza, es así como conoce la historia de Krypton y todos sus idiomas, así como el culto al dios Rao, para llegar a la conclusión de que es alienígena y no un mutante y también el único superviviente de ese planeta.
Superman aterriza en el Ártico para finalmente decirse a sí mísmo que siempre apreciará los recuerdos de Jor-El y Lara y de la vida que pudo haber vivido pero considera que el nació en el instante que el cohete se abrió en la Tierra y los Kent lo encontraron, y que es por la Tierra que se convirtió en Superman y se siente humano finalizando así de manera colosal este grandioso cómic con el reinicio del personaje.
Opinión
Incomensurable, brutal, emotivo, todo un clásico... no hay adjetivos que califiquen de manera justa este último número, Byrne ata - y de qué manera - los cabos pendientes que quedaban en la trama, nuestro protagonista al fin descubre sus orígenes, Lana reaparece en la vida de Clark y finalmente conocemos a dónde fue Clark diez años atrás la noche en la que Pa Kent le confesó que era adoptado, el romance de Lois y Clark echaría a andar una vez que Clark se plantea que no sólo puede contentarse con el hecho de ser Superman, la nave que trajo a Kal-El a la Tierra desaparece misteriosamente para en futuros números conocer su paradero y así ver cómo reaparece uno de los grandes enemigos del Hombre de Acero.
Y, ¿qué decir de la última página del cómic? Toda una declaración de intenciones de Byrne para este reinicio, Superman no sentirá nostalgia de Krypton, no habrá Supergirl, ni perros ni caballos ni monos con los mismos poderes del Hombre de Acero (conceptos que a mi juicio ridiculizaron por completo a Superman, ¿quién podría tomarse en serio al personaje si había un mandril con sus mísmos poderes?), ni Zonas Fantasmas ni tampoco criminales condenados en ella.
Todo ello fue mantenido durante un buen puñado de números, hasta que Byrne se cansó del personaje (los últimos números estaban realmente dibujados con desgana) y otros autores recogieron el testigo del personaje introduciendo nuevos conceptos kryptonianos con la saga del exilio.
Pero eso es otra historia que tal vez algún día reseñemos.
Nacho Rodríguez
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