martes, 12 de junio de 2012

Entrevista a Christopher Reeve en 1987

Christopher Reeve es entrevistado en un campus universitario, en la Universidad de Kansas, tras el estreno de Superman IV: En busca de la paz.

Para esta ocasión especial me gustaría empezar con que al verte junto a Margot Kidder ver 50 años de historia, fue muy emocionante, me imagino que más para vosotros dos.

Fue divertido, muy divertido particularmente en la primera secuencia de Superman I, porque nos tomó mucho tiempo. Puedo recordar instantáneamente estar ahí y lo difícil que fue rodar todo aquello. Las pinturas de fondo, el calor, las 7 semanas que llevó. En aquella época, creo que Margot no pensaba que fuera a funcionar la película. Creo que tenía una actitud como de “aquí estoy, una actriz con créditos anteriores, colgando de unas grúas, con este tipo desconocido de Nueva York, ¿qué estoy haciendo? Solía tener esa sensación de que Margot pensaba eso. Yo estaba más enfocado, me decía “la temperatura son 60º C, el viento del sur viene a 10 nudos…”

Estabas más mentalizado.

Yo estaba metido en todo. Eso solía causar fricciones entre nosotros.

Tal vez eso sirvió como parte del escepticismo que Lois tiene que tener en ella.

Absolutamente.
Si ves la historia de Lois en los años 50 con sus sombreros grandes casi puedes ver el clásico sueño suburbano de encontrar un marido y tenerle las patatas listas en el horno. Y cuando pasas a Margot en los 70, ves a una chica que es ambiciosa, tiene una carrera,  que vive sola y que vive bien, que odia la idea de tener gatos y una hipoteca y de quedarse en casa. Puedes ver cómo el personaje evolucionó en una escena.

El asunto es que la evolución de tu personaje ha afectado a DC Comics por tu interpretación.

Bueno… supongo que eso es verdad. Me contaron que empezaron a dibujar a Superman basados en lo que yo hice en Superman: la película.

Eso tiene que ser fabuloso…

Así es.

Mientras tanto, ¿has guardado algún souvernir de tu trabajo?

Solo he guardado una cosa de mis 10 años como Superman. Corté la “S” de la primera capa que utilicé y está en la habitación de mi hijo.

¿Cuántos niños pueden decir que tienen la S de Superman en su habitación?

¡No lo sé!

Imaginemos que estamos en el siglo XXI y una nueva generación conoce al personaje y Christopher Reeve conoce a este niño nuevo en el vecindario, ¿qué le darías? ¿un consejo o una advertencia? ¿algo de tu experiencia o una reflexión? ¿qué le dirías a este extraño?

Creo que lo primero que le diría es que no pierda su humanidad. Hay que recordar que el ingrediente básico de Superman es que es un amigo. Eso es lo más importante para mí. Superman no solo los músculos. Superman es un amigo. Este país creció con la idea de un buen vecino porque se caminaban 5000 millas y solo se veían vacas hasta que encontrabas  un amigo. Eso es lo que sucede en una sociedad tan llena de tecnología, la gente se sienta aislada y sola. No conocen a sus vecinos, ni quién está cerca de ti y le temes porque la vida es así de abrumadora. La idea de ese valor americano de ser un amigo que está ahí cuando lo necesitas es la clave de todo el personaje.

Y es un amigo que tiene todo el poder pero no ha sido corrompido, eso es único en el personaje de Superman y me imagino que es imperativo al actor también no ser corrompido por el poder de interpretar a Superman.

Nunca he sentido que eso sea un factor, nunca he tenido ese sentimiento de poder que me haya llegado. Lo que siento es que dentro de Superman en las cualidades de Superman, olvida que puede volar y sus músculos y todo eso, su cualidad más grande es que la gente se puede sentir identificada con él. Él es un caballero y eso es lo más importante. Y creo que poner eso en una película es contrario a todo lo que hemos visto antes.

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